Por Nelia Rodriguez.
Yo sé que usted es un hombre noble e inteligente que comprende la delicada situación del PLD.
En este difícil momento apelo a su buen corazón y a su experimentado olfato político, para que convierta esa aparente derrota del 6 de octubre en una gran victoria para el partido de Bosch y para su propio legado.
Impulsar desde la alcaldía el triunfo de un compañero sería un acto de honestidad y de compañerismo sin precedente en la historia política de RD y su figura se engrandecerá a niveles jamás visto en Latinoamérica.
Algunos de sus colaboradores lo han desinformado dándole una excusa incierta con relación al resultado de las primarias y no han dicho las verdaderas razones del porque fue escogido Luis Alberto.
Sus colaboradores no le decían la verdad de lo que ocurría en la carretera Mella.
El 80% de los empleados estaban en contra del alcalde y estaban indignado, porque cualquier nuevo de San Luis entró al ASDE con salario que duplican a viejos trabajadores con mayor capacidad y experiencia.
Fue doloroso para los militantes del PLD que la alcaldía pusiera la secretaría técnica en mano de personas que no tenían el liderazgo para coordinar a los directores ni representaban compromisos partidarios.
El deber de sus colaboradores fue advertirle que debía investigar con los propios empleados las razones de su impopularidad y ganarse los empleados o prescindir de 5 o 6 contrario para mandar un mensaje.
La biblia en el libro de Mateo dice «quien no está conmigo, esta contra mí»
Usted llegó a la alcaldía en una situación atípica y por tal razón sabía que su paso por la alcaldía no iba a ser fácil.
La propaganda falaz por parte de un opositor mermaba la confianza de los munícipes.
Luis Alberto trabajó duro para su victoria y de sus labios nunca ha salido una palabra en contra de usted.
El ex compañero que aspira alcalde es un enemigo declarado de usted, que en caso de ganar usará todos los medios posibles para hacerle daño.
Usted tiene la llave para elegir si le entrega la alcaldía a un enemigo que sueña con destruirlo o a un caballero como Luis Alberto, quien es su amigo y compañero de partido .
